miércoles, 2 de agosto de 2017

Fidel Castro fue el traidor de la Revolución

Los comandantes Camilo Cienfuegos, Fidel Castro y Huber Matos en la entrada a La Habana en enero de 1959


La Revolución Cubana llegó al poder el 1 de enero de 1959 con el compromiso de establecer en Cuba una democracia. Todos los objetivos propuestos por los revolucionarios serίan alcanzados dentro de un sistema multipartidista y democrático.  No hay ninguna duda sobre esto.  

El discurso de Fidel Castro del 16 de octubre de 1953, en su juicio por el asalto al Cuartel Moncada, fue preciso sobre ese compromiso con la libertad.  En su defensa Fidel Castro expuso las leyes revolucionarias que se iban a anunciar si el asalto al Moncada hubiera triunfado. Estas son sus palabras: 

“En el sumario de esta causa han de constar las cinco leyes revolucionarias que serían proclamadas inmediatamente después de tomar el cuartel Moncada y divulgadas por radio a la nación.  La primera ley revolucionaria devolvía al pueblo la soberanía y proclamaba la Constitución de 1940 como la verdadera ley suprema del Estado. La segunda ley revolucionaria concedía la propiedad inembargable e intransferible de la tierra a todos los colonos, sub-colonos, arrendatarios, aparceros y precaristas que ocupasen parcelas de cinco o menos caballerías de tierra, indemnizando el Estado a sus anteriores propietarios a base de la renta que devengarían por dichas parcelas en un promedio de diez años. La tercera ley revolucionaria otorgaba a los obreros y empleados el derecho a participar del treinta por ciento de las utilidades en todas las grandes empresas industriales, mercantiles y mineras, incluyendo centrales azucareros. Se exceptuaban las empresas meramente agrícolas en consideración a otras leyes de orden agrario que debían implantarse. La cuarta ley revolucionaria concedía a todos los colonos el derecho a participar del cincuenta y cinco por ciento del rendimiento de la caña y cuota mínima de cuarenta mil arrobas a todos los pequeños colonos que llevasen tres o más años de establecidos.  

El Manifiesto 26 de Julio, documento que expuso la visión actual y futura de los revolucionarios, fue igualmente contundente: la revolución se haría en un contexto democrático. No hay excusa ni factor histórico que pueda justificar la traición a los postulados de la Revolución Cubana.  

Cualquier cubano sabe que esos compromisos  jamás fueron cumplidos.  La Constitución de 1940 en su artículo 102 dice: “Es libre la organización de partidos y asociaciones políticas. No podrán, sin embargo, formarse agrupaciones políticas de razas, sexo o clase”.   En Cuba jamás se han   celebrado elecciones libres como garantizaba la Constitución de 1940 y como prometió Fidel Castro. Por más de seis décadas los hermanos Castro han manejado al país como a una finca privada, han destruido nuestra nación llevando al pueblo a la pobreza y a la desesperación. Cuba es manejada por una clase dominante corrupta, inepta y despiadada que solo está interesada en su propio beneficio.  

Después de llevar a nuestro país a la ruina han hecho lo mismo, en menos tiempo, con Venezuela, la nación que tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo y cuyo principal cliente es  Estados Unidos, que le compra el petróleo a la dictadura castro-chavista y se lo paga en efectivo.  

Solamente la desmedida y enfermiza ambición de poder de Fidel Castro lo llevó a abrazar el comunismo porque esta ideología y el respaldo militar y económico de la URSS le garantizaban el poder totalitario de por vida. Con este propósito fue Fidel Castro el que buscó una confrontación con los Estados Unidos de forma que ésta le justificara ante el pueblo cubano su alianza, primero secreta y luego pública, con la Unión Soviética.  

Huber Matos

El Comandante Huber Matos fue verdadero héroe de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra y se opuso a la traición de la Revolución.  En octubre de 1959, diez meses después del triunfo del 1ero de enero de 1959, renunció a su jefatura en una carta a Fidel Castro, señalándole que el camino del comunismo representaba una traición al pueblo cubano y lo único que traería sería hambre y miseria para Cuba.  Por esta razón fue detenido el 21 de octubre de 1959 y acusado de sedición cuando en realidad su protesta no implicaba ni conspiración ni levantamiento armado. Huber Matos fue condenado a 20 años de prisión que cumplió como un preso rebelde. 

Huber Matos y Camilo Cienfuegos

Ocho días después de su arresto y cuando se encontraba en prisión, su compañero y amigo, el Comandante Camilo Cienfuegos, desapareció misteriosamente el 28 de octubre de 1959. 

Fuente La Nueva República 



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