Huber Matos entrevistado por El Tribuno de Argentina


Por Jeronimo Balut

“Castro está dotado de una astucia que ni un actor lo puede imitar. Se presenta como un idealista”.


“Aspiro a volver (a Cuba) antes de morir. Recorreré el pueblo diciéndoles a los cubanos que tenemos que recuperar los principales valores”.

Mientras se desempeñaba como profesor en Cuba, decidió combatir activamente para liberar a su pueblo de la dictadura. Así conoció a Fidel, con quien entabló una relación que luego se rompería y terminaría con su exilio en los Estados Unidos.

Pasó muchos años preso, por acusar a Castro de traicionar los ideales de la revolución en la que el mismo se desempeñó. Tuvo largas charlas con el Che Guevara y una fuerte amistad con Camilo Cienfuegos.

El Tribuno dialogó con Matos, quien en el exilio se desempeña en la organización Cuba Independiente y Democrática. En la charla, Matos evidenció que recuerda los acontecimientos en detalle y manifestó la esperanza de que su pueblo se libere del régimen castrista.

Usted fue una de las personas más cercanas a Castro durante los años previos a la revolución e incluso durante ella. ¿Por qué surgieron tantas diferencias ideológicas entre usted y Fidel?

Castro es un personaje excepcional. Está dotado de una astucia que ni un actor lo puede imitar. Simula, gesticula, habla y se presenta como un idealista, como un cubano de los que fundaron la nación. Tiene poder para convencer a la gente de que lo que dice es lo correcto. Esto le sirvió para instalarse como líder indiscutido. El y yo siempre chocábamos. Cada vez que él creía que yo había percibido alguna mentira o maldad de él, venía y me pedía disculpas.

Las diferencias se fueron dando desde un principio. Todos queríamos que Cuba quede libre de la dictadura de Batista. Pero luego me di cuenta de que las intenciones de Fidel eran distintas a las mías. Una vez caído Batista, yo quería que el pueblo cubano creciera y fuera libre, mientras que Fidel estableció otra dictadura, donde no se puede ser libre ni hay democracia.

¿Por qué sostiene que Fidel traicionó la revolución?

Porque a él lo que le interesó siempre fue su propia agenda. El no tenía nada que perder si la revolución hubiese fracasado. No quiere al pueblo cubano, eso lo demostró muchas veces. Se adora a sí mismo y a todo lo que le sirva a él. Quería que la revolución triunfara para tener sus méritos en la historia y no por el bien de los cubanos. Habla mucho del pueblo, pero el pueblo en tanto un instrumento bajo su dominio. Por esto los cubanos hemos sufrido mucho, particularmente por las prohibiciones de expresar cualquier idea contraria a la de Castro. Es inconcebible que uno no pueda expresar lo que siente u opinar sobre el gobierno de Castro.

¿Cuán grande fue el cambio en las intenciones de Fidel en los años previos al derrocamiento de Batista y luego de esto, una vez que asumió el poder?

Siempre tuvo la idea de triunfar y quedarse en el poder. Batista es el culpable de crear el escenario que propició la revolución, en la que yo luché junto con Fidel. Tras el derrocamiento de Batista, Fidel quedó como líder del pueblo, pero luchamos para derrocar una dictadura y él decidió establecer otra. Eso jamás lo aceptaré.

Cuando Fidel convocó una junta de Gobierno para decidir si usted iba a ser ejecutado o no, finalmente decidió no convertirlo en un mártir. ¿Por qué cree que no lo mataron?

Fidel tenía ganas de matarme, pero se equivocó. Primero pensó en matarme el día que yo renunciara, pero mi tropa se identificaba conmigo, por lo que mi muerte se transformaría en un problema para Fidel. Cuando pasamos de guerrilleros a soldados de la república, una vez ganada la revolución, mi formación me llevó a educar a las tropas para darle el mejor servicio posible a Cuba. Pero Fidel empezó a crear un escenario en mi contra, una vez que supo que yo entendía que lo que él quería no era el bien de Cuba y que habíamos luchado para que se instaurara otra dictadura.

Camilo Cienfuegos y yo éramos muy buenos amigos, y ambos teníamos la intención de evitar que la revolución se convirtiera en un desastre. Puso a la Policía en contra nuestra. Me llevaron preso a La Habana. Camilo estaba muy desilusionado con la revolución. No podía creer que me hubieran arrestado después de todo lo que había colaborado.

Pasar 20 años en prisión es muchísimo tiempo. ¿Qué aprendió durante ese período? ¿Cómo lograba canalizar sus angustias?

Cuando uno tiene ideales y principios tiene de donde sujetarse. Es difícil para cualquier ser humano encarar la adversidad, sobre todo cuando esta tiene crueldad y maldad. Pero si uno esta convencido de que defiende sus valores y manifiesta lealtad a estos, es señal de que uno no se corrompe.

Dejé el poder y soporté la prisión. Acepto todo menos renunciar a mis convicciones. Así nos educaron. Siempre nos enseñaron que por la patria hay que dar todo. Yo estaba dispuesto a que me fusilaran. Un día un capitán me dijo: “Escápese, yo le facilito el avión” y le dije que no me iba a ir, que estaba dispuesto a pagar con la vida para demostrarle a mi pueblo que lo que se venía era malo para el país.

Si tuviese la posibilidad de hablar con Fidel, ¿qué le diría?

Lo miraría y le diría muy pocas palabras, principalmente que le hizo mucho daño a nuestro pueblo, y me ahorraría el resto de las palabras, porque realmente no se las merece.

Usted dijo que Fidel se deshizo del Che Guevara mandándolo a Bolivia. ¿Por qué Castro hubiese querido esto?

Castro utilizaba a los hombres. Una vez que uno lograba valerse por sí mismo se deshacía y nos hundía. Eso hizo con Guevara. El Che era un aventurero. Yo me hice amigo de él. Conversamos mucho. Recuerdo que me hacía muchas preguntas sobre Cuba. Hablábamos horas de literatura francesa, rusa y española. Cuando le pregunté a qué vino, me dijo: “Ustedes tienen una revolución, y esa revolución es el escenario ideal para realizarse, aquí va a haber reforma”. Conocía en detalle las problemáticas sociales, era un socialista.

Fidel lo vio pícaro, y después lo echó por la borda. Castro fabricó un Che a la medida de sus necesidades. Un Che que adoraba a Fidel y que murió siendo un revolucionario.

¿Qué ganó Cuba bajo el régimen castrista y que perdió?

Cuba perdió mucho. Es difícil cuantificar todo el daño que los Castro le han hecho a mi país. Cuba podrá, en el futuro, levantar su economía, pero en el orden moral, habrá que esperar muchas generaciones. Antes te enseñaban tus padres a respetar los valores y, sobre todo, a ser honesto. Hoy los padres les prohíben a sus hijos contar lo que hablan en casa y no les permiten contradecir públicamente a Fidel.

¿Qué apreciación tienen los cubanos de su propio líder?

Cuando termine el castrismo, saltarán grandes confesiones. Algún día seremos el pueblo que tenemos que ser. Yo lo conozco muy bien a Fidel y sé que los cubanos le reprocharían muchas cosas si, simplemente, pudieran expresarse.

Usted dejó mucho en la lucha contra Batista, dejó su vida. ¿Podría explicar qué se siente dar la vida por una causa y ver que tal causa no se realizó?

Uno se siente dolido, pero no frustrado. Haber dejado la familia, la profesión, la escuela para defender una causa útil y que después esa causa sea una traición al propio pueblo es durísimo. No soy el único que piensa y sostiene que Fidel traicionó a los cubanos, por eso hay más de 2 millones de cubanos exiliados.

El mundo tiene diferentes apreciaciones sobre el estilo de vida de los cubanos. Mucha gente admira el régimen aduciendo que tienen el mejor sistema de salud y que la educación es para todos, mientras otros sostienen que se trata de mitos que se fueron estableciendo sobre Cuba. ¿Usted que opinión tiene al respecto?

Es una gran mentira que se vendió con mucho éxito. Cualquiera que quiera saber la verdad que se acerque a La Habana y podrá ver las condiciones en las que se vive. Mire, cuando Castro cumplió 50 años en el poder, muchos gobernantes fueron a conocer Cuba, ya que se organizó una importante fiesta allí. Quedaron sorprendidos por las carencias en las que se vive. Fidel creó esa imagen, pero es insostenible, ya nadie cree eso.

La Revolución Cubana es el fraude más escandaloso que ha sufrido el país. Hoy Cuba es un feudo empobrecido y eso el pueblo nuestro no lo merece. No alcanzarán los años para que los Castro paguen el mal que le hicieron al país.

¿Añora regresar a su tierra?

Aspiro a volver antes de morir. Ya no tengo edad para ocupar un cargo, pero sí estoy dispuesto a recorrer el pueblo, ir escuela por escuela diciéndoles a los cubanos que tenemos que recuperar los principales valores y saber que podemos salir adelante. La sinceridad y hacer el bien es lo que hay que predicar. Creo que estamos aproximándonos a esto. Siempre que hablo de todo lo que hemos perdido estoy hablando de todo lo que tenemos que recuperar.
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